LEWIS COBRÓ UNA DEUDA

El Gran Premio de México  da suerte a los pilotos británicos. La flamante coronación de Lewis Hamilton fue la tercera de un corredor de ese origen en la pista azteca. John Surtees, en 1964, y Graham Hill, cuatro años después, vivieron esa especial satisfacción en la antigua versión del Autódromo Hermanos Rodríguez, denominada por entonces Magdalena Mixhuca.

Clark arrancó 1968 con una victoria en Sudáfrica que confirmó su gran candidatura al título.Tres meses después, su muerte truncó esa posibilidad.

 

Otro británico pudo haber protagonizado estas celebraciones  Ya la vislumbraba en 1964 cuando el motor de su Lotus se rompió en la vuelta final yendo en punta en el Gran Premio de México. Era un recuerdo en 1968, cuando tras su comienzo triunfal en Sudáfrica todos anticipaban una coronación que sólo truncó su  trágica muerte en  una carrera de F 2 Europea  en Hockenheim y que como prueba que los pronósticos no eran infundados heredó su coequiper y amigo Graham Hill.

Ese británico no era un inglés sino un escocés llamado Jim Clark, quien entre ambas frustraciones dominó contundentemente los campeonatos 1963 y 1965 de la Fórmula 1, siempre con Lotus, la marca a la que guardó fidelidad hasta su muerte. De haber sumado esos dos títulos que por distintas circunstancias no pudieron ser en 1964 y 1968 habría llegado antes a ese privilegio de ser el primer británico cuádruple campeón mundial de Fórmula 1 que ahora exhibe Lewis Hamilton. Y lo que es más importante que el dato estadístico, hubiese alcanzado un reconocimiento mayor y más justo al que tiene pese a ser uno de los mejores pilotos de la historia del automovilismo.

 

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Por M.S.

Fotos: f1-32.mforos.com

 

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