GANÓ EL PRIMER ROUND

El transcurrir del campeonato mostrará el valor que tuvo este arranque  triunfal de Leonel Pernía en el Súper TC 2000.

Facundo Conta protagonizó un nuevo despiste, esta vez en una de las tres neutralizaciones. Fue uno de los diez abandonos.

 

Es que más allá de quebrar su maleficio en el Gálvez (“sólo había ganado una serie de TC”) y tomarse revancha de la victoria que se le escapó hace un año en el mismo escenario ante Manuel Urcera, este 12º éxito en la categoría le permitió picar en punta en la renovada interna del equipo Renault en pos de repetir la corona de pilotos y que tiene en Facundo Ardusso, el actual campeón, su otro gran referente. El mismo Ardusso al que derrotó Pernía.

“Esto recién empieza. Por supuesto que es muy bueno arrancar con una victoria pero falta mucho” dice Leo, pisando el freno de la prudencia aunque internamente imagina un valor plus de esta victoria para comenzar a imponer prioridad en el equipo. Algo que pese a su mayor antiguedad no pudo hacer el año pasado cuando la imperiosa necesidad de Renault de salir campeón ,sumado a  los mejores resultados de Ardusso, motivaron que las preferencias se inclinasen para el piloto de Las Parejas. No fue fácil digerirlo para Pernía.

Pernía festejó a pleno su primer triunfo en el Gálvez. «Era el que faltaba de la  familia porque ya habián ganado mi papá Vicente (TC sin puntos) y mi hermano Mariano (TC 2000)», dijo.

 

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“Me salió todo redondito”, reconoció un Pernía feliz y verborágico, sobre una victoria que de su parte aportó una buena largada con partida detenida (“la experiencia del TN me ayudó para estar tranquilo”), y un impecable sobrepaso por afuera a Ardusso en la zona de los mixtos. “Leo supo leer bien la maniobra. De no haber sido mi compañero lo hubiese chapeada un poco, je…”, admitió Facu, que unas vueltas más tarde ratificó que es un buen compañero. Fue cuando Pernia se pasó un poco en el Curvón, y raudamente volvió a la línea de marcha por donde avanzaba el Fluence del campeón. “Se me vino encima, volví a pensar en el equipo y levanté porque si nos chocábamos podíamos quedar ahí tirados», contó Ardusso que como agradecimiento sólo pidió que “Leo no olvide esa maniobra….”.

Werner en el Peugeot oficial, controló al Chevrolet de Llaver y subió al últmo escalón del podio. «Fue un buen resultado porque los Renault siguen siendo superiores». destacó el entrerriano.

 

El abandono de Canapino, puso la cuota de fortuna indispensable en todo ganador para completar el domingo redondito de Pernía y darle forma al 1-2 de Renault. Cerró una carrera un poquito, tampoco necesitaba mucho, más atractiva que la clasificatoria del sábado, con varios abandonos  (10 sobre 22), mechada por tres autos de seguridad que acumularon 9 vueltas de neutralización y motivaron que terminase por tiempo (50 minutos) en lugar de las 33 vueltas (se corrieron 29) programadas. Una deuda más a las varias que dejó este pobre inicio de temporada del Súper TC 2000 y donde el gran déficit  estuvo en las raleadas tribunas. No habrá que culpar sólo a la lluvia de la mañana que casi no afectó la carrera final.

Traverso estuvo en el autódromo y pasó por el box del equipo Peugeot Total, recordando sus mejores tiempos de la categoría. Atento, lo escuchó Girolami, antes de subirse a su 408 y terminar 5º.

 

“Cuando yo corría, la gente venía al autódromo aunque lloviese…”, sentenció Juan María Traverso, mirando desde la calle de boxes el gris de las tribunas que en sus tiempos de piloto lucían desbordantes de un público entusiasta que disfrutó de sus recordados duelos con Tito Bessone. Yoyo Maldonado y Cocho López.

Qué tiempos aquellos!.

 

Por Miguel  Sebastián

Fotos: Mónica Paz

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