PECADO DE JUVENTUD.

Con 18 años, Ignacio ”Nacho” Montenegro es uno de los jóvenes pilotos con más futuro que muestra el automovilismo argentino y no sólo en su proyección nacional. Ganador en el TC2000 y TCR South America ya dejó de ser una promesa. Es una realidad que acompaña su talento con frescura y una sana irreverencia propia y lógica de la juventud. Claro que como todo joven tiene poco recorrido en el casillero de la experiencia. Y esto tiene su costo.

Todos estos factores se entremezclaron, para bien y para mal, en las dos carreras que en el Autódromo de Rosario le dieron vida a la cuarta fecha del campeonato de TC 2000. Esa irreverencia juvenil se vio en la primera competencia por la forma en la que le hizo frente y ganó el duelo con un peso pesado como Facundo Ardusso, especialmente en los relanzamientos.”Facu hizo un maniobrón y me sorprendió en el primero. Ahí aprendí y por eso pude controlarlo en los dos restantes” contó Nacho sobre esas instancias claves para llegar a la victoria  por sobre Ardusso y Franco Vivian en una carrera complicada por toques y despistes.

Intenso fue el duelo entre Montenegro y Ardussso en la carrera inicial. No hubo asperezas y ambos elogiaron el respeto de su rival. Las cosas cambaron en la segunda con el error de Nacho.

Esta victoria fue la tercera consecutiva de Montenegro (recordar el doblete el TCR South America) en el Autodromo de Rosario. Tal vez esta situación de amplio conocimiento del lugar le generó una excesiva autoconfianza potenciada por disponer de un arma contundente como era el Renault Fluence que ante la obligada ausencia de Leonel Pernía pasó a ser la carta más importante del Axion Energy Sports. Frente a ese combo se notó esa falta de experiencia en la forma en la que apenas iniciada la segunda carrera. Montenegro intentó recuperar la punta ante Ardusso. Insólita y extrañamente su Renault se fue sobre el Honda de Facu. Ambos quedaron relegados en el lote y Monteegro con la sanción de un pase y siga por su evidente responsabilidad en el choque. Una incidencia que alejo a ambos del triunfo que con la  madurez que le faltó a Montenegro, consiguió Julián Santero administrando correctamente un  Toyota que no parecía a la altura del rendimiento del Fluence de Nacho.

Montenegro arriesgó demasiado en su intento de superar a Ardusso, para recuperar la punta en la segunda carrera. Un error de juventud.

“Vi desde lejos que podía pasar y me dejé llevar por mi inmadurez porque Ardusso ya tenia el auto puesto. Estoy muy amargado por este error” atinó a comentar un desconsolado Montenegro, quien apenas arribado a la zona de boxes se  disculpó con Ardusso en un digno gesto. “Nacho entro pasadísimo. Acepto sus disculpas y creo que la maniobra fue fruto de su inmadurez. Si hubiese esperado un par de vueltas más me hubiera pasado sin problemas porque tenía un gran auto” dijo Ardusso con tranquila resignación pero sin esconder la desilusión por haber terminado quinto una carrera en la que estaba para subir al podio.

Julián Santero recibe el reconocimiento de Darío Ramonda, su jefe deportivo en el equipo Toyota. El  mendocino contuvo a Facundo Marques y logró una victoria que inicialmente no estaba en sus planes.

.“Soy un inmaduro y así no puedo pelear el campeonato” reconoce Montenegro tras esta agridulce jornada, sin olvidar que de haber ganado la segunda carrera hubiese trepado a la cima del campeonato.Igual está cerca ya que con los puntos cosechados con su victoria y el octavo puesto quedó a ocho (117 a 109) de su ausente compañero Leonel Pernia. Si Nacho capitaliza la experiencia y no hay órdenes de equipo, puede complicarle las cosas a Leo en el camino a un nuevo título.

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